Cómo crear un calendario de contenidos para tu blog

calendario de contenidos de un blog

 

Previamente te hablaba sobre la gran importancia de crear continuamente contenido en nuestra web. Es la manera de mantenerse a flote en el infinito mar de internet y aparecer en las búsquedas, además de una gran oportunidad de explicar quién eres y qué haces.

Pero esta generación de contenido debe hacerse de manera ordenada, estratégica y cada poco tiempo. De ahí la necesidad absoluta de planificarlo y plasmarlo en un calendario de contenidos.

Se trata de un auténtico plan de acción, meditado y pulido, alineado con tus necesidades de Marketing y Comunicación, que incluye un listado de temas interesantes (para ti y para quien te va a leer) encajados en determinadas fechas.

 

¿Qué ventajas tiene crear un calendario de contenidos?:

 

1.  Te va a ayudar a organizarte mejor.

Si ya has asumido que necesitas subir contenido fresco cada semana, seguramente sentirás un gran peso sobre los hombros. ‘Uf, una cosa más que hacer…’ Y si que lo es, pero es algo lo suficientemente relevante como para que, si lo llevas a cabo, veas beneficios.

Además, si efectivamente optas por realizar un plan de contenidos de manera anticipada, comprobarás como el peso se aligera considerablemente, puesto que semana tras semana no tienes que buscar un nuevo tema sobre el que escribir, puesto que ya lo has pensado y planificado previamente. Contarás con margen para trabajar los detalles, pero sobre todo te quitará la preocupación que llega cada lunes, porque conocer el tema que te conviene en la fecha adecuada ya es muchísimo, ¿no crees?

2.  La oportunidad de hablar sobre lo que eres experto.

Obligarnos a hacer un listado de temas a principio de año es la manera de concedernos la posibilidad de hablar sobre todo aquello que sabemos. Estrujarnos la cabeza, estructurar y hacer hueco a cada cosa es un ejercicio muy valioso para sacar todo el brillo a nuestra faceta profesional y posicionarnos en el mercado como un referente sobre cierto tema.

3.  Entablar conversación y crear comunidad.

Desgranar cada tema es también una manera de colocarnos más cerca de nuestro cliente potencial. Tomar una actitud auxiliadora y aconsejarle sobre aspectos que le interesen es una gran oportunidad para captar su atención y presentarle tus servicios.

4.  Ayuda con el SEO.

Seguramente que muchos de los temas sobre los que podrías hablar son objeto de búsquedas de otras personas en internet. Por eso, es importante que todo el conocimiento del que dispones, que puede ayudar a otros y que puedes difundir, lo cuelgues en tu blog de manera periódica. En un post anterior os decía que este contenido sería como la hilera de migas de pan de los cuentos, que dejan un rastro para poder seguirlo y conducir a donde deseamos. Millones de flechas de neón indicando dónde estamos y qué hacemos.

 

Cómo elegir los temas sobre los que hablar:

 

  • ¿Sobre qué eres experto? ¿Qué puedes aportar a los demás?

Esas son fundamentalmente las preguntas que debes hacerte para empezar con tu listado de temas. Piensa sobre qué sueles aconsejar a los demás, en qué destacas, qué sabes hacer super bien, cuál es tu profesión etc. Yo te recomiendo tirar por lo alto en cuanto a longitud y no mezclar cosas, simplificar. Si un tema es demasiado extenso, mejor dividirlo en dos.

  • Conocer a quién me estoy dirigiendo.

Es fundamental crear un perfil genérico de las personas a las que va dirigido tu contenido. Si acabas de comenzar, a lo mejor no conoces todos los detalles a la perfección. En ese caso, te propongo que investigues al máximo qué tipo de personas podrían necesitar tu producto o servicio. Cómo son, qué edad tienen, intereses, nivel adquisitivo, estado familiar, sexo. Puedes ayudarte mediante foros y encuestas a tus conocidos, por ejemplo. Y por supuesto, no des nada por supuesto 😉

Una vez has definido tu público, es clave dirigirte directamente a él, en lo referente al lenguaje utilizado. Qué tono es el más adecuado para conectar con ellos, qué palabras son las claves.

Y finalmente, lo más importante de todo: ¡ten muy en cuenta cuáles son los anhelos y problemas que tienen este grupo de gente! Tira de empatía, ponte en sus zapatos y trata de comprenderles. De esta manera podrás captar mucho más su interés y ajustar tu contenido a lo que están buscando.

  •  Fotos y video.

Es preferible que todo nuestro contenido esté acompañado de al menos alguno de ellos, y que por supuesto que sea propio. Yo opino que merece mucho la pena utilizar tus propias imágenes, invertir el tiempo y esfuerzo en crear tu propio banco de fotos sale a cuenta (como os contaba en este post).

Entiendo que no se puede abarcar todo, así que tampoco tenemos que volvernos locos con el tema video si no estamos acostumbrados. Aunque si reconozco que puntúa doble, que es una gran oportunidad para llegar más rápido y mejor a tu cliente. Así que recomiendo al menos probar.

  • ¿Tener en cuenta lo que está haciendo la competencia?

Parece algo evidente. Ante esto nadie tendría dudas,… ¿O sí?

Personalmente, yo las tengo. He comprobado en mis propias carnes que a veces es mejor centrarse en tus propio momento, tu proceso y desarrollo. A mí esto me ayuda a guardar la concentración, no dispersarme y ser más productiva.

Una cosa es saber conocer el mercado, saber cómo están las cartas, y otra seguir cada paso y detalle de la competencia. Al final esto lleva a copiar o hacer cosas muy parecidas a los demás, y te desvía de tu propio camino y esencia. A lo mejor, esto también depende del tipo de estrategia de empresa, de cómo es el mercado, etc.

Estoy pensando que este tema da para mucho, que me salen millones de argumentos sobre los que hablaros. Por eso, voy a afrontarlo en un post próximamente. Para defender mi postura, porque a simple vista puede parecer incrédula.

 

Agendar el contenido:

 

Es hora de hacernos con un calendario anual en blanco y colocar los temas escogidos. Para ello:

  • Tienes que tener en cuenta las fechas del año concreto.

Vacaciones y festivos, posibles campañas como Navidad, vuelta al cole, rebajas etc.

  • Relacionar el contenido con los propios proyectos de tu empresa.

Es decir, que si por ejemplo, vas a lanzar algo nuevo, debes ir comunicándolo con el tiempo suficiente para implicar a tu cliente.

  • Dar lugar a la flexibilidad.

Planificar con tiempo significa ahorrarnos trabajo. Pero hay ocasiones en las que es interesante tener en cuenta algún acontecimiento que se ha sucedido sin previo aviso y hablar sobre algo relacionado con ello. Es decir, que merece la pena reajustar el calendario por ello. Tu cliente estará ansioso de saber todo lo que sabes sobre ello.

 

Para terminar… Dos valiosos consejos que alguien me dio:

1. Tiempo limitado para escribir tu contenido.

Está comprobado que somos más efectivos si únicamente contamos con un tiempo acotado para realizar ciertas cosas. No es tanto como trabajar bajo presión. Es más bien tratar de simplificar, no alargarnos hasta el infinito con la creencia de que las cosas sin no están perfectas no deben salir. No soy pro-chapuzas ni mucho menos, más bien todo lo contrario. Simplemente creo que es mejor que algo salga más o menos bien a que no salga nunca.

Me he encontrado con muchas personas que jamás llevan a cabo sus cometidos porque siempre están a la espera de mejorar algo más su proyecto. La web nunca está lista, su post no está lo suficientemente bien redactado, o sus fotos no son tan buenas como soñaban. ¿Os suena?

2. Mejor agrupar tareas parecidas.

Parece ser que en temas de gestión de tiempo, es más productivo ocuparnos de una vez de deberes parecidos que ir cambiando de tipo de qué hacer. Por eso, si vas a dedicar algunos minutos a redactar tu contenido, los expertos recomiendan que, antes de ocuparte de otra cosa diferente con igual prioridad, mejor redactes de una tacada más de un post.

 

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